Wednesday, November 08, 2017

Viaje a la comedia del DiCaprio de Corozopando



Para llegar a Corozopando desde Caracas se podría tomar la autopista regional del centro #ARC y pasar la Victoria hasta la Encrucijada (estado Aragua a una hora aproximadamente) y luego adentrarte hacia el corazón de Venezuela.  
Pasando Calabozo (a cuatro horas) a mitad de carretera hacia San Fernando de Apure es probable que vaya llegando a Corozopando.



A mediados de agosto en el 2014 se inició la preproducción del largometraje “El DiCaprio de Corozopando”.



Un grupo de profesionales del cine -que en otras oportunidades ya habíamos compartido proyectos cinematográficos con fondos del CNAC y/o producciones independientes-, nos juntamos en esta maravillosa experiencia.



Es probable que el cortometraje Un gallo y un corral haya influido en que la Villa del Cine me ofreciera la oportunidad de dirigir esta película. 



Aquél corto lo filmamos en el estado Lara hacía casi una década atrás, junto a Emilio LoveraTania Sarabia y un colorido grupo de actores de comedia. 



Algunos de los elementos y puesta en escena del DiCaprio podría llevar cierto diálogo con este corto.




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Sobre la producción del DiCaprio





La dirección de arte en la historia del DiCaprio de Corozopando fue puesta en función de las acciones del pueblo en el universo de la película y de sus habitantes, los cuales fueron madurando su destino al igual que nosotros.



El plan de rodaje tomaba en cuenta que era necesario arrancar con un pueblo casi en ruinas y que a medida que iba avanzando la historia el entorno se iba modificando de manera positiva. Es decir, la dirección de arte debía sostener  parte de la narrativa cinematográfica (como suele suceder normalmente).






El diseño de producción y la dirección de arte fue aplicada por Astríd Sanchez, con una organización impecable, diseñando un desglose de personajes, sets, utilería, paleta de colores (apastelados) con importantes soluciones estéticas a la producción.


"La transparencia" como una de las características siempre presente en la historia, nos fue revelada durante el estudio del diseño de producción. 




Dichas características fueron marcadas gracias al intercambio de experiencias del equipo con el pueblo de Corozopando.


Elementos aéreos y bastante presencia de agua nos recordaba la película El olor de la papaya verde. 


Los paisajes comenzaron a reclamar sus fotos y nosotros estuvimos presentes para atender esos ecos.


La respectiva poesía natural presente en los avisos de la carretera.




Fue fundamental el estudio de campo desde un inicio, los detalles del arte estuvieron alimentando el mundo del Dicaprio desde la preproducción.




Los colores contrastantes fueron tomados en cuenta, eran movimiento y ritmo en pura expresión. Nosotros hicimos lo propio, aprender de ellos.


El espacio nos habitaba desde su primera vista.



El arte ya sobrevolaba en Corozopando, nosotros intentamos ajustarlo al formato de la pantalla grande.




La magia de trabajar con un equipo profesional está en que cada uno coloca un pedazo de familia en todo lo que hace.





Se realizaron varias pruebas según los estudios del Ornitóptero de Da Vinci. 



Queríamos que de verdad volara el Dicaprio, que no diera lástima sino que fuera una nave que bien pudiera lograr la meta.







Algunas pruebas del Ornitóptero de Da Vinci.





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Sobre la fotografía del DiCaprio



Jesús cohabitó cada día de rodaje con fiel entusiasmo para recrear un universo mágico casi religioso con la luz del llano venezolano.






La cámara usada fue la Red Scarlet con una óptica Carl Zeiss luminosa. 


En la fotografía del DiCaprio buscábamos "fugas" para su puesta de escena. Una de las referencias directas fue la peli rumana Boda Silenciosa en cuanto a colores y texturas.







Un fotograma del DiCaprio donde se aprecia la casa del profesor Aquiles, personaje que encarna el actor José Leon y que llena de ideas al DiCaprio. Su casa era el espacio donde todo era posible.







Diseñamos muchos juegos visuales en base al profesor loco, inspirados en películas como Delicatessen o Volver al Futuro.

Luego, también nos inspiramos en planos a lo Spagetti Western (Sergio Leone con el bueno, el malo y el feo). 




La meta era dejar que el Llano venezolano sobresaliera y "enmarcara" el universo del DiCaprio.




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Sobre la actuación en el DiCaprio

Para el trabajo de coach de los actores contamos con la experiencia de Dimas Gonzalez, maestro de la actuación. Dimas sabe sacar lo mejor "del juego", con paciencia y fe. 



Dimas tiene la habilidad de indagar en un actor y encontrar estructuras para minar emociones que luego se dinamitan frente al lente de la cámara. 

Todo eso y más sabe Dimas, o "dice saber" (en tono "Carmencita).








La asistencia de dirección estuvo a cargo de Maria Gracia Saavedra, ganadora de premios como directora de cortometrajes. 



A Maria Gracia le decímos Messi, porque es como Messi en el set.



Y en la producción Eduardo Viloria-Diaz quien ya ha realizado múltiples filmaciones en el llano venezolano.



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Sobre el guión del Dicaprio


A partir del guión de Karin Valecillos realizamos una adaptación donde unificamos personajes y locaciones. Más que un guión era un libreto de teatro pero estaba lleno de magia y había que ser muy delicado en la adaptación. 



Cambiamos y unificamos elementos pues la versión de Karin tenía múltiples personajes pero ya sabemos que en cine "menos es más". 

La reescritura tomó un mes y cuando la Villa del Cine lo revisó minuciosamente cambiaron un par de groserías que le hacían los chicos malos al Dicaprio, -era un juego de palabras sexuales del campo- y nos aprobaron todo lo demás.





La versión del guión fue escrita en mi "laptop guerrera" en una cama en la hacienda La Fe, en pleno Corozopando. Es decir, no había internet, había un paisaje divino que nos invitó a participar en la escritura.

Con el productor Eduardo, estudiamos Doña Bárbara y muchas otras películas del cine de oro mexicano. A la par investigábamos caños que se estaban secando por intervención irresponsable de gente que no quiere mucho a la naturaleza y algunos parques silvestres, con montes y siembras donde encontrábamos personajes que incluimos en el guión, como la leyenda de un cocodrilo de muchos metros llamado el "Macho Caracas".

La estructura del guión se iba ajustando y algunas propuestas las íbamos sorteando con la realidad de la producción. 

Al finalizar la llamada "versión para cine" se la enviamos a Karin a ver qué pensaba de ella y nos respondió con una sonrisa y abajo escribió: "Gracias!". 

Y así comenzamos a filmar con su bendición.

Con el diseño de producción logramos conectar con las imágenes palpables por donde transitaron todas las decisiones estéticas. 

Por ejemplo, íbamos a realizar una competencia de lanchas donde el DiCaprio se iba a lucir gracias al entrenamiento con su padre pero luego vimos que era absurdo invertir tantos días de rodaje para esa escena. Así que la cambiamos por una competencia de futbol donde el mismo equipo sabotea al DiCaprio.

El dinero que ahorramos con el cambio lo invertimos en la escena del vuelo del Ornitóptero, a la que incluimos uno de los efectistas favoritos que le llaman "Rancho" José Moríllo y su inseparable asistente Manuel, ambos con máquinas de humo y demás efectos.




Había que correr por exigencia de la Villa del cine, ya que su mega producción Zamora nos pisaba los talones. 


Con un diseño de producción pudimos ahorrar tiempo y dinero al encontrar el lenguaje de la historia y fue lo que contribuyó a que en tan poco tiempo (una semana de preproducción) se logrará unificar a un equipo técnico que llegaría prácticamente a filmar ya que normalmente un largometraje cuenta con un mínimo de seis semanas de preproducción.






Sobre el casting del DiCaprio

De Corozopando es el protagonista, Luis Francisco Yánez quien fue escogido por su brillo y picardía natural. Contaba con la facilidad de encaramarse en un árbol y apuntar y dar en el blanco con su fonda (china) y todas esas maravillosas habilidades con las que cuenta quien vive en el campo. 

El protagonista no podía ser un niño de Caracas, con cara bonita y gestos citadinos no más. En todo caso debía ganarle a Luis Fernando, quien poseía lo principal del personaje y solamente requería de “herramientas de actuación para cine”. 




Es decir, Luis Fernando ya tenía la materia prima pero ahora había que enseñarle a entonar sus expresiones delante de “la cámara”. Lo cual no es poca cosa pues en cine, cuando eres un profesional de la actuación, debes estar atento a infinitas cosas según lo que te toque “hacer”, es decir, según cual sea tu “acción”. 

Normalmente en el teatro debes imaginarte un bosque gracias a una ramita, pero en el cine debes ver el bosque. Y un bosque necesita el contraste, alguien que se mueve y ese es el actor. 

Por ejemplo, en muy poco tiempo Luis Fernando debía aprender a hacer cosas de locos:
“debes hablar con el otro actor y recordar donde está la luz que ayuda a que te veas, hablar suave pero fuerte, luego caminar pero recordar cuál es tu posición para el foco y respirar natural mientras cantas, y no olvides, estás ebrio y mareado y además un fantasma quiere vengarse porque le robaste su gallina”. 





Eran muchas las variables que había que ajustar y por ello, sin un equipo que cuidara profesionalmente su trabajo, hubiese sido bastante dificultoso lograrlo.





Para la niña ya habíamos definido lo que queríamos, “un alma vieja bombeando en el cuerpo de una niña de 12 años”. Desde el diseño de producción aspirábamos a unas referencias específicas, por ejemplo, la niña de la película francesa Ciudad de los niños perdidos de Marc Caro y Jean-Pierre Jeunet. 


Y al momento de realizar el casting, Andres Ortega convocó en Calabozo varios encuentros y seleccionó lo que más se acercaba a nuestras referencias. Fuimos bendecidos por un excelente criterio de casting y logramos reunir muchas buenas opciones pero fue Dubrasli Loreto la seleccionada. 



Cada vez que me tocaba dirigirla sentía que estaba ante “una músico” con la que pudimos arriesgarnos a batir las partituras e ir más allá de lo que el guión indicaba. 




Dubrasli da vida a Carmencita, una sabelotodo que si no lo sabe lo inventa, sino “la gana la empata” así esté "metiendo la pata". 

Dubrasli contaba con una naturalidad de oro, muy apreciada en el cine. "Era como manejar un chevrolet LTD, se dejaba dirigir una maravilla", decía el director.




El tiempo corría y teníamos que aprovechar al máximo cada día. Los muchachos, quienes nunca antes habían participado en algún proyecto audiovisual, debían adquirir herramientas que les permitieran hacerse partícipes del complejo trabajo de un actor. 



A ambos niños se les dio herramientas cinematográficas y hubo un equipo esmerado en cuidarlos, en no agotarlos. 




Hablamos con los padres y les explicamos que era necesaria su participación, su compromiso con nosotros.



Tratarlos como parte de un equipo profesional con un objetivo claro contribuyó a que la experiencia de trabajar con Dubrasli y Luis Francisco fuera mágica. 








En la historia participa Aroldo Betancourt, con quien logramos imprimir un personaje exquisito, el de Don Gregorio Treviño de La Garza. 



Para dicho personaje nos inspiramos en una de las películas mexicanas más emblemáticas La Oveja Negra, a la que ofrecimos una suerte de homenaje donde encuentra una docena de muchachos que le piden "la bendición".



 

A continuación la escena para el personaje Aroldo Betancourt, Don Gregorio Treviño de la Garza. 





Nos pareció apropiado hacer tributo al cine latinoamericano e intentar un remake de la misma. 





Funcionaba perfecta para caracterizar al personaje de Don Gregorio que quiere sacar provecho del DiCaprio, donde sevidencia la herencia del caudillo latinoamericano, la del "mero macho", el que riega su semilla por doquier sin planificación de hogar o respeto por la familia. 




También nos inspiramos en Macario de Roberto Gavaldón (1969) para la entonación del Brujo, un personaje que realiza el trabajo sucio de Don Gregorio, es una suerte de brujo gris que gracias al Dicaprio se acrecienta y logra evolucionar. 



Todos los personajes caminan y mueven la historia, se realiza un movimiento hacia el final acompañando el contraste, el cambio, la metamorfosis. 














El DiCaprio es quien se sacrifica para que el pueblo deje de mirar hacia afuera y busque en sus propias manos las herramientas. 

El lenguaje de la película encontró parte de su simbología en el realismo mágico del boom latinoamericano, sobre todo en los muertos de la Comala de Juan Rulfo.

Hacemos un intermedio para asomar a uno de los actores principales, es el padre del Dicaprio.


Jorge Arellano es el "Brat Pitt de Barquisimeto", no será un Dicaprio, pero tiene lo suyo.


Con Jorge ya hemos realizado antiguos trabajos sobre todo en documentales y cortometrajes. 

Es profesor maestro titiritero y narrador oral de los favoritos de muchos, incluye a su familia... no será un Dicaprio, pero tiene lo suyo.







Jorge Arellano trabajó en el corto Un Gallo y un corral donde tuvo que soportar al director y sus locuras. Entre ellas abrazar a un gallo en estado de waking dead.










Sobre el Afiche


Para el afiche comenzamos un estudio que luego fue cambiado por otra opción del equipo de la Villa del Cine.






Algunos bocetos del diseño para el afiche a cargo del diseñador Hector Donascimento y su talentoso equipo. 




Hector es autor de innumerables afiches de películas venezolanas.





Pero que taza tan coqueta. Ella tiene su historia en el #cinevenezolano.


El Corozo.



Gracias a todo el equipo técnico del 
DiCaprio de Corozopando.








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